Se ha escrito mucho sobre las peculiaridades de los reinos cristianos hispanos de la Edad Media. Aunque existen diferencias, éstas no deben ser consideradas como irreductibles con respecto a las otras zonas del Occidente latino. El propósito del libro, dedicado a la historia del reino de León entre los siglos XI y XIII, consiste en poner de relieve las convergencias a través de un dossier denso en el marco de una cronología limitada, pero coherente, con interrogantes y propuestas comunes a las del Occidente cristiano. El libro está articulado en torno a algunos de los temas actuales de reflexión del medievalismo. De hecho privilegia los principales elementos que estructuraban la sociedad leonesa como la percepción del espacio, del tiempo y de lo “maravilloso”, unos aspectos estudiados desde la perspectiva de la antropología histórica en detrimento de los tradicionales enfoques políticos. Con el fin de entender mejor las prácticas sociales, la obra combina las fuentes escritas con la iconografía, la escultura o las excavaciones arqueológicas a objeto proporcionar una imagen global de la sociedad leonesa de entonces.