¿Cuántos viajes realizaron los monarcas visigodos que gobernaron en y desde la península ibérica? ¿Cuándo, cómo y por qué se desplazaron los reyes que desde el 531 hasta el 711 rigieron los destinos hispanos? No es fácil responder a estos interrogantes. Dada la escasez y la parquedad de las noticias disponibles, a menudo hay que moverse en el terreno de la especulación y, con demasiada frecuencia, dominan las incertidumbres, las cuestiones que quedan sin resolver. Las fuentes, no obstante, revelan con claridad que los soberanos visigodos, en la mayor parte de la ocasiones, se desplazaron para combatir. Por lo tanto, el estudio de sus movimientos nos servirá de hilo conductor para acercarnos a la tortuosa historia política y militar del periodo. Pero como viajar es una acción connatural al género humano, desvelar de dónde partieron y a dónde se dirigieron los monarcas del Regnum Toletanum, en qué condiciones lo hicieron, con qué medios materiales y por qué circunstancias, también desvelará aspectos esenciales de la propia institución monárquica, permitiéndonos entender mejor cuál fue el carácter del dominio que los visigodos impusieron en la península ibérica.